El aprendizaje a lo largo de la vida constituye un nuevo modelo de formación para y durante el empleo. Los desafíos que suponen el continuo cambio de las comunicaciones implican una actualización constante de conocimiento.
Tanto las empresas, que facilitan la formación continua desde dentro de sus organizaciones, como una actitud personal dispuesta al constante aprendizaje, son una de las características más importantes para un futuro empleo. Los cursos online suponen en este sentido una buena fórmula para adquirir esos conocimientos.
Un estudio desarrollado por la empresa de reclutamiento, RTI International, en colaboración con la Universidad de Duke (EE. UU.), investigó el peso que los cursos online tienen en los CV de los/las candidatos/as. Los/las encuestados/as, consideraron que había una gran influencia en las decisiones sobre selección de personal, cuando se hacía referencia a haber realizado cursos online. Especialmente, las empresas de negocios las valoraba de forma favorable dentro de la formación del candidato.
Sin que los grados y la educación formal pierdan relevancia en la consideración de un buen curriculum, haber realizado cursos online, se valoraba por parte de los encuestados como señal de una gran motivación en el aspirante.
Para las nuevas generaciones de empleados, los millennials, la educación formal no resulta tan atractiva.
De momento, conseguir un título por los cauces que ofrece el sistema educativo es un trámite por el que hay que pasar, pero que no es suficiente, debido a las carencias y el desajuste con las competencias que necesita un mercado laboral en continuo cambio.
Como tendencia desde el Reino Unido, se está empezando a valorar el curriculum ciego, es decir, basado en la experiencia del candidato y el recorrido formativo que ha emprendido de forma proactiva, y no dando tanto peso a la institución en la que se ha graduado. Se busca la creatividad, la motivación y el talento procedente de cualquier parte, independientemente del prestigio de la universidad donde se haya estudiado. Desde las empresas tecnológicas se están dejando de valorar la educación formal recibida, para centrarse en los aspectos que señalan un impulso autodidacta en el aspirante. Las habilidades personales son las que están adquiriendo relevancia en los procesos de selección.
Una formación hecha a la medida de tus intereses hablará de ti como persona motivada, proactiva y con una actitud de mejora permanente.